lunes, 14 de julio de 2014

¿Cuántos ganas al día? Papi, ¿Cuánto ganas por hora?- Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su trabajo. El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, informes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado • Pero Papi, - insistía - dime por favor ¿Cuánto ganas por hora? La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó - Cuatro soles por hora. • Papi, ¿Me podrías prestar dos soles? - Preguntó el pequeño. El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al niño le dijo: • Así que, esa era la razón para saber lo que gano. Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado. Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al dormitorio de su hijo. Con voz baja preguntó al pequeño: • ¿Duermes, hijo? • Dime, Papi, - respondió entre sueños. • Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el dinero que me pediste, - respondió el padre. • Gracias, Papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de la almohada, sacó unas monedas. • Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño

No hay comentarios:

Publicar un comentario